“Reflexionario” es una palabra inventada que nos propone reflexionar partiendo de la lectura de algunas frases que han llegado a nuestros días por diferentes motivos.
No hemos utilizado ningún tipo de filtro en su selección y por lo tanto su contenido no se identifica necesariamente con nosotros.
Nuestro propósito además de intentar contribuir al uso y conocimiento de la lengua leonesa de las tres provincias del país, es dar a conocer un pensamiento de algún ilustre personaje.
ojalá vivas todos los días de tu vida.
El dinero es como el estiércol: no son buenos a no ser que se esparza.
No está mal ser bella, lo que está mal es la obligación de serlo.
Las palabras que no van seguidas de hechos no valen nada.
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita complicidad.
Hay que vivir como se piensa, sino se acaba por pensar como se vive.
En los momentos de crisis, solu la imaginación es más importante que el conocimiento.
La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo.
Algún dinero evita preocupaciones; mucho las atrae.
Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo.
Uno es para siempre responsable de lo que domestica.
Perdonando demasiado al que yerra se comete injusticia con el que no yerra.
No hay auténtico genio sin paciencia.
No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto.
Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error.
Las palabras elegantes no son sinceras, las palabras sinceras no son elegantes.
La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte.
La victoria pertenece al más perseverante.
La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte.
El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad.
El hombre jamás sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
el dinero es como el estiércol no es bueno a no ser que se esparza.
El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad en disfrutar lo que se obtiene.
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.
Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa.
Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia.
Hay quienes se consideran perfectos, pero es solo porque exigen menos de sí mismos.
El éxito no da ni quita la razón a las cosas.
El futuro no va a ser dominado por aquellos que están atrapados en el pasado.
El carácter es la fuerza sorda y constante de la voluntad.
El hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.
No hay cosa por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana.
Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.
Que algo no funcione como tú esperabas no quiere decir que sea inútil.
La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
La vida consiste no en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que uno tiene.
La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia.
La crítica es la fuerza del impotente.
En la carrera por la calidad no hay linea de meta.
A nadie le va mal durante mucho tiempo sin que él mismo tenga la culpa.
El mejor fuego no es el que se enciende rápido.
Cuida de los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco.
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes.
Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado.
Si tuviéramos suficiente voluntad casi siempre tendríamos medios suficientes.
Sé breve en tus razonamientos que ninguno hay gustoso si es largo.
Las actitudes son más importantes que las aptitudes.
No arrepentirse ni hacer reproches a los demás, son los pasos de la sabiduría.
Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será.
La lectura no da al hombre sabiduría; le da conocimientos.
Encanto es lo que tienen algunos hasta que empiezan a creérselo.
Jamás es perdido el bien que se hace.
El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano.
El dinero consagrado a la beneficiencia no tiene mérito si no representa un sacrificio, una privacion.
Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz.
El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio.
El castigo del embustero es no ser creido, aún cuando diga la verdad.
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos.
Todo es muy difícil antes de ser sencillo.
Insensato quien fía al porvenir.
Buscando el bien de nuestros semejantes encontraremos el nuestro.
Las ideologías nos separan, los sueños y la angustia nos unen.
La libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sinoenhacer lo que se debe.
El que busca el cielo en la tierra se ha dormido en clase de geografía.
Hablamos de matar el tiempo como si no fuera el tiempo el que nos mata a nosotros.
Nadie está tan ocupado como para no encontrar tiempo para contarle a todo el mundo lo ocupado que está.
El cambio es ley de vida. Cualquiera que solo mire al pasado, se perderá el futuro.
Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás, así te ahorrarás muchos disgustos.
Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla.
Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, incluso aquellas que perdemos.
Las falsedades no solo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí.
El buen arquero no es juzgado por sus flechas, sino por su puntería
Nada se olvida más despacio que una ofensa y nada más rápido que un favor.
Las críticas no serán agradables, pero son necesarias.
Tan malo es no creer a nadie como creer a todos.
El principio de la educación es predicar con el ejemplo.
Nada tan estúpido como vencer, la verdadera gloria está en convencer.
Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día.
Establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros.
Las deudas son como cualquier otra trampa en la que es fácil caer pero de la que es difícil salir.
El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.
Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella.
La imaginación exagera, la razón subvalora, el sentido común modera.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.
El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie, el realista ajusta las velas.
La felicidad es tanto mayor cuanto menos la advertimos.
Las bromas son como la sal: se deben usar con gran preucación.
Muchos que se adelantaron a su tiempo tuvieron que esperarlo en sitios poco cómodos.
El auténtico problema no es si las máquinas piensan, sino si lo hacen los hombres.
Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.
Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad.
Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que estás acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.
El paraíso lo prefiero por el clima, el infierno por la compañía.
Para progresar no es suficiente actuar, hay que saber en qué sentido actuar.
Solo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar.
Hacer preguntas es prueba de que se piensa.
La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.
El hombre que no sabe callar tampoco sabe hablar.
El pan más sabroso y la comodidad más agradable son los que se ganan con el propio sudor.
Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice.
Al hacer una profunda reverencia a alguien, siempre se vuelve la espalda a algún otro.
Para poder enseñar a todos los hombres a decir la verdad es preciso que aprendan a oirla.
Es inútil toda polémica si no hay esperanza de que resulte provechosa.
La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas.
Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace.
La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante, de nosotros depende elegir el que más nos plazca.
Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de una espada.
La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante, de nosotros depende elegir el que más nos guste.
El optimista proclama que vivimos en el mejor de los mundos posibles, el pesimista teme que sea cierto.
A veces sucede así en la vida: cuando son los caballos los que han trabajado, es el cochero el que recibe la propina.
Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.
Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.
La fuerza del carácter con frecuencia no es más que debilidad de sentimientos.
Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.
La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.
El arte es como un naranjal que precisa un suelo y un clima adecuado para florecer y dar fruto.
Mi libertad se termina donde empieza la de los demás.
El optimista es una parte de la respuesta. El pesimista es siempre una parte del problema.
A veces conviene cerrar un ojo, pero no es prudente cerrar ambos a la vez.
Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello.
La fuerza de una familia como la fuerza de un ejército se funda en su mutua lealtad.
Equivocarse es humano, perseverar voluntariamente en el error es diabólico.
Para hacer política justa y sana no basta conocer los hombres, es necesario también amarles.